El encuentro con sus amigas solía
tener ese efecto en Juana: sedativo. Tal era así, que al día siguiente de su
reunión de amigas, estaba como en “modo lento”.
A Juana le pesaba el cuerpo, tenía unas ganas terribles de seguir
durmiendo, pero cuando abrió un ojo y pispeó el reloj, se convenció de que
tenía que levantarse.
Como pudo, llegó hasta el baño,
prendió la ducha y se metió de una sin pensar… casi de forma automática. El
agua caliente, en lugar de despertarla, la aflojó aún más. La sensación de
volver a la cama después de la ducha caliente, se apoderó de ella en forma de
hormigueo corporal.
Cuando salió, intentó recuperar
las energías con un té con leche y un poco de budín que tenía en la alacena.
Algo de azúcar me va a levantar…-pensó.
Se vistió de manera sencilla, para
evitar tener que pensar demasiado en qué accesorios ponerse o cómo combinarlos
y salió para el trabajo. Todavía quedaba un día hábil más para continuar
trabajando, y luego sí, el ansiado fin de semana.
Cuando llegó a la oficina, el
resto de sus compañeros ya estaban ahí. Federico había entrado más temprano que
nunca y había llegado a sospechar que su
compañera de mates lo iba a abandonar, pero no. Firme como rulo de…
-De manteca Fede… tengo
una modorra que no puedo más.
-¿Trasnochó la señorita?
-¿Trasnochó la señorita?
-Sí… pero no por lo que
pensás… me encontré con las chicas ayer, que hacía mil que no nos veíamos… así
que volví algo tarde, pero tampoco para tener este sueño…
-Bueno, despabilate,
porque te recuerdo que hoy a la mañana tenemos dos reuniones y tenés que estar
up up up…
-Lo único up que
necesito yo es una Seven up…
-Bueno, sacate una de
la máquina y arranquemos.
-Dale…
A pesar de hacer el intento de estar
más despierta y más pilas, Juana cargaba una mochila invisible de adoquines en
la espalda. Cada vez que se estiraba sentía los músculos doloridos… el cuello se contraía en un nudo que no podía llegar a destrabar ni
con los movimientos más osados que tenía en su haber… La pantalla de la
computadora se presentó más de una vez como una luz brillante sin forma ni
letras visibles. ¡Y ella necesitaba preparar los informes para Anselmi!
-Diosss… despertame please!
Necesito estar activa para hacer esto.
Justo cuando Juana sentía que sus
fuerzas se escapaban mágicamente por la punta de sus dedos al teclear… un
llamado al celular la despertó de repente.
-Hola. Sí, ella habla. Ajá…-se
escuchó.
Y Juana desapareció entre las
islas y se perdió por el pasillo para hablar más tranquila.
Federico intrigado fue detrás de ella, como la mejor chusma de barrio. Juana, al verlo, le hizo un gesto con la mano de “vení, vení”. Fede se
acercó y puso el oído cerca del celular que Juana apartó de su oreja para que
su amigo tuviera mejor audición.
Y Federico escuchó lo mismo que
Juana.
-Queremos tener una entrevista con
vos, porque nos pareció muy interesante tu perfil de Linkedin y estamos
buscando alguien como vos para trabajar con nosotros.
-Bueno…
-Si es posible, quisiéramos verte
la semana entrante en nuestras oficinas.
-Sí, cómo no…
-Tenés para anotar la dirección?
Y Fede salió disparado hasta la
recepción del piso para agarrar sin permiso una lapicera y un bloquecito de
notas. Volvió con el material necesario y se puso nuevamente a escuchar la
conversación.
-Esperá por favor que busco para
anotar…
Cuando Juana vio venir a Fede con
el papel y la lapicera necesarios, esperó a que se volviera a acomodar al lado suyo y ahí
sí…
-Decime que anoto.
Cuando Juana cortó, Federico tenía
una cara de intriga absoluta, porque había escuchado la mitad de la
conversación y le faltaba saber de dónde la habían llamado.
No era de un gran medio de
comunicación como hubiese querido Juana, pero la propuesta era más que
interesante. La estaban llamando de una empresa de telecomunicaciones para ser
la persona encargada de Prensa.
-Pero cuál, cómo se llama?
-No me dijo...
-Y no le preguntaste?
-Ayy Fede, no me ves que nerviosa estoy... no sé, no le pregunté...
-Manejarías la prensa?
-Bueno, eso me dijo la chica,
veremos…
-No-te-pue-do-creer….
-Yo no la puedo creer Fede…! nunca
me pasó esto… que me llamen porque les interesa mi perfil… ni en mil años lo
hubiese pensado!
-Ayy nena… Fede dejó escapar como
un soplido… En el fondo, se alegraba por su amiga y esta oportunidad que se le
abría así… sin esperarlo… pero por otro lado, ya se había visto a él en un
futuro inmediato sin su compinche en la oficina y eso le causó cierto amargor en
la garganta, que descendió rápidamente hasta el pecho y cayó en el estómago.
-Tranqui Fede, tranqui… es sólo
una entrevista. Le dijo Juana, percibiendo su angustia incipiente.
-Mi reina, lo que tenga que ser,
va a ser…
-Exacto.
-Lo que sí veo es que este llamado
te ayudó a despertarte…
-Sí jaja –se rió Juana espontánea-
me sacó la modorra.
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