viernes, 3 de agosto de 2012

¿Ojos bien cerrados?

Primero abrió un ojo. La vista parcial que tuvo en ese momento no la dejó dilucidar del todo dónde estaba… ¿acaso la habían raptado? Se esforzó por abrir el segundo ojo, parecía casi pegado. Con un último intento que agotó todas las fuerzas de Juana, logró obtener una imagen completa… del desastre!

Sebastián estaba dormido a su lado (Oh… sí… Sebastiánnnn), ella en musculosa y con algo de frío, la ropa tirada por todas partes, un poco de frazada caída sobre el costado de la cama… Lo primero que pensó fue… tendré feo aliento??? Se colocó la mano sobre la boca armando una especie de conito y largando todo el aire bucal que pudo, para comprobar con su olfato si estaba en lo cierto.
Puta! Sí… me tengo que lavar los dientes!

Después, casi de inmediato, se sintió desnuda a pesar de la musculosa… por lo que necesitó mirarse por debajo de la sábana para comprobarlo. Efectivamente: no llevaba puesta la bombacha. Dios mío! Si me levanto para ir al baño y  justo él se despierta y me ve en estas condiciones, yo me muero…

Esa extraña costumbre femenina, haber tenido sexo desenfrenado e igual pretender seguir pareciendo una lady… o al menos, una mujer respetable. Probablemente el hombre sea en lo que menos se fije, pero la mujer no puede evitarlo. Es cuestión casi de género.

Pasó una mirada de scanner por toda la habitación, de izquierda a derecha y viceversa, y de golpe allí apareció… su bombacha en un vértice de la habitación… ¿cómo llegó ahí?, ¿tiene patitas?

Al estar la cama pegada contra una pared, y ella estar del lado de la pared justamente, se tuvo que hacer a la idea de tratar de pasar por sobre Sebastián y alcanzar el objeto preciado.

Hizo unos cálculos rápidos de los movimientos que tenía que realizar, dado que el reloj sobre la mesa de luz indicaba que estaba atrasada unos 25 minutos respecto del horario habitual para llegar a la oficina. Mal plan encontrarse un domingo por la noche, para resolver encuentros sexuales pendientes desde hace años…

Primero trató de deshacerse de la sábana muy lentamente, evitando a toda costa no molestar al bello durmiente con algún roce innecesario…

Logró zafar de su primer obstáculo, contrajo las piernas para tomar aire y esperó a tener las fuerzas suficientes para pasar su corta pierna y llegar a tocar el piso sin tambalearse y caer… y lo logró. Una vez que estuvo parada sobre suelo firme, fue corriendo a buscar la bombacha y se la puso rápido por si las dudas… no fuera cosa que él se despertara justo en ese momento.
Pobre… él también va a llegar tarde al laburo, pero… ¡ni en pedo lo despierto ahora! Primero me voy a arreglar un poco.

Fue a paso acelerado hasta el baño y abrió la ducha, asegurándose mediante un chequeo visual veloz que él siguiera durmiendo (Oh… sí… seguía durmiendo…). Se volvió a sacar la bombacha que se acababa de poner, revoleó la musculosa y se sumergió en la ducha caliente, que le devolvió un poco el calor al cuerpo y la terminó de despabilar.
Guauuuuu… qué distinto es bañarse después de una noche de sexo.

Cuando terminó, se envolvió el cuerpo en un toallón gigante y se recogió el pelo con otro más chico dándole forma a un bello turbante de ficción. Se miró al espejo y sonrió.
Mejor me apuro… porque hoy sí me rajan…

Volvió al cuarto, bastante mojada a pesar de estar enfundada en toallones varios. Le dio un poco de pena que él estuviera tan dormido, pero no le quedaba otra que despertarlo, porque se tenía que ir a trabajar y él también…
-          Sebas…-dijo en voz baja.
Esperó alguna reacción de vida.
-          Sebas…
Insistió, esperando algún movimiento, tocándole el hombro suavemente (Oh sí… suavemente…).

Torpemente él abrió los ojos. Juana pensó: hace media hora yo también estuve ahí ja…

Se notó que no entendía nada: de repente se despertaba en casa ajena, con mujer hablándole a la cara envuelta en un turbante de toallón, en un cuarto revoltijeado…

Aunque ella sintió que quizás no había sido tan de repente… ni era una mujer cualquiera… y ese cuarto era el fiel reflejo de una laaarrga noche de ¿amor?

No hay comentarios:

Publicar un comentario