sábado, 17 de noviembre de 2012

Modorra


El encuentro con sus amigas solía tener ese efecto en Juana: sedativo. Tal era así, que al día siguiente de su reunión de amigas, estaba como en “modo lento”.  A Juana le pesaba el cuerpo, tenía unas ganas terribles de seguir durmiendo, pero cuando abrió un ojo y pispeó el reloj, se convenció de que tenía que levantarse.

Como pudo, llegó hasta el baño, prendió la ducha y se metió de una sin pensar… casi de forma automática. El agua caliente, en lugar de despertarla, la aflojó aún más. La sensación de volver a la cama después de la ducha caliente, se apoderó de ella en forma de hormigueo corporal.

Cuando salió, intentó recuperar las energías con un té con leche y un poco de budín que tenía en la alacena.
Algo de azúcar me va a levantar…-pensó.

Se vistió de manera sencilla, para evitar tener que pensar demasiado en qué accesorios ponerse o cómo combinarlos y salió para el trabajo. Todavía quedaba un día hábil más para continuar trabajando, y luego sí, el ansiado fin de semana.

Cuando llegó a la oficina, el resto de sus compañeros ya estaban ahí. Federico había entrado más temprano que nunca  y había llegado a sospechar que su compañera de mates lo iba a abandonar, pero no. Firme como rulo de…
-De manteca Fede… tengo una modorra que no puedo más.
-¿Trasnochó la señorita?
-Sí… pero no por lo que pensás… me encontré con las chicas ayer, que hacía mil que no nos veíamos… así que volví algo tarde, pero tampoco para tener este sueño…
-Bueno, despabilate, porque te recuerdo que hoy a la mañana tenemos dos reuniones y tenés que estar up up up…
-Lo único up que necesito yo es una Seven up…
-Bueno, sacate una de la máquina y arranquemos.
-Dale…

A pesar de hacer el intento de estar más despierta y más pilas, Juana cargaba una mochila invisible de adoquines en la espalda. Cada vez que se estiraba sentía los músculos doloridos… el cuello se contraía en  un nudo que no podía llegar a destrabar ni con los movimientos más osados que tenía en su haber… La pantalla de la computadora se presentó más de una vez como una luz brillante sin forma ni letras visibles. ¡Y ella necesitaba preparar los informes para Anselmi!

-Diosss… despertame please! Necesito estar activa para hacer esto.

Justo cuando Juana sentía que sus fuerzas se escapaban mágicamente por la punta de sus dedos al teclear… un llamado al celular la despertó de repente.

-Hola. Sí, ella habla. Ajá…-se escuchó.

Y Juana desapareció entre las islas y se perdió por el pasillo para hablar más tranquila.

Federico intrigado fue detrás de ella, como la mejor chusma de barrio. Juana, al verlo, le hizo un gesto con la mano de “vení, vení”. Fede se acercó y puso el oído cerca del celular que Juana apartó de su oreja para que su amigo tuviera mejor audición.

Y Federico escuchó lo mismo que Juana.

-Queremos tener una entrevista con vos, porque nos pareció muy interesante tu perfil de Linkedin y estamos buscando alguien como vos para trabajar con nosotros.
-Bueno…
-Si es posible, quisiéramos verte la semana entrante en nuestras oficinas.
-Sí, cómo no…
-Tenés para anotar la dirección?

Y Fede salió disparado hasta la recepción del piso para agarrar sin permiso una lapicera y un bloquecito de notas. Volvió con el material necesario y se puso nuevamente a escuchar la conversación.

-Esperá por favor que busco para anotar…

Cuando Juana vio venir a Fede con el papel y la lapicera necesarios, esperó a que se volviera a acomodar al lado suyo y ahí sí…

-Decime que anoto.

Cuando Juana cortó, Federico tenía una cara de intriga absoluta, porque había escuchado la mitad de la conversación y le faltaba saber de dónde la habían llamado.

No era de un gran medio de comunicación como hubiese querido Juana, pero la propuesta era más que interesante. La estaban llamando de una empresa de telecomunicaciones para ser la persona encargada de Prensa.
-Pero cuál, cómo se llama?
-No me dijo...
-Y no le preguntaste? 
-Ayy Fede, no me ves que nerviosa estoy... no sé, no le pregunté... 
-Manejarías la prensa?
-Bueno, eso me dijo la chica, veremos…
-No-te-pue-do-creer….
-Yo no la puedo creer Fede…! nunca me pasó esto… que me llamen porque les interesa mi perfil… ni en mil años lo hubiese pensado!
-Ayy nena… Fede dejó escapar como un soplido… En el fondo, se alegraba por su amiga y esta oportunidad que se le abría así… sin esperarlo… pero por otro lado, ya se había visto a él en un futuro inmediato sin su compinche en la oficina y eso le causó cierto amargor en la garganta, que descendió rápidamente hasta el pecho y cayó en el estómago.
-Tranqui Fede, tranqui… es sólo una entrevista. Le dijo Juana, percibiendo su angustia incipiente.
-Mi reina, lo que tenga que ser, va a ser…
-Exacto.
-Lo que sí veo es que este llamado te ayudó a despertarte…
-Sí jaja –se rió Juana espontánea- me sacó la modorra.









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