sábado, 20 de octubre de 2012

To be or not to be (in the middle of...)


No había regresado todavía a la oficina, cuando le sonó el celular.

- Hola má, últimamente me llamás más que a Ele, y ahora qué pasa?

- Ay Juanita, menos mal que me atendiste… no sabés lo que es esto!! Tengo a tu hermana encerrada en tu habitación devuelta, y como si eso fuera poco, Fernando está del otro lado golpeándole la puerta, pidiéndole que salga…

- ¡¿Cómo?! ¿Fernando?... pero si hoy le dejé un mensaje y le pedí que me llamara y ni noticias…

- Bueno, parece que se vino directamente. Entró hecha una fiera, no sabés… tu hermana estaba arriba justo, así que apenas lo escuchó se encerró en el cuarto y no quiere salir… yo no sé qué hacer… nunca lo vi así a Fernando…

- … Ayy má, no me asustes…

- … Es que está como desencajado… y tu hermana que no le quiere hablar, encerrada llorando… Dios mío…

- Bueno, pará, tranquilizate. Si vos te ponés nerviosa, te sube la presión, te lo pido por favor… lo único que nos falta es una tragedia… escuchame… ¿le querés decir a Fernando que me llame?

- Es que no sé si va querer.

- Bueno má, intentalo… otra cosa ahora no puedo hacer… tengo que volver al laburo.

- Ah… pensé que te podías venir para acá.

- Má, soy una empleada de la empresa, no la dueña, viste? No puedo salir cuando yo quiero y no volver más…

- Bueno, bueno… ahora te corto. Voy a hablarle a Fernando, para ver si te quiere llamar…

- Bueno dale, y tranquilizate… que son problemas de ellos.

- Sí… no sabés cómo me tuve que contener las ganas de ahorcarlo…

- … Má, te lo pido por favor, abstenete.

Juana volvió con una mezcla de sensanciones en el pecho. Por un lado, cierta angustia y nerviosismo por la situación que estaba viviendo su hermana. Por otro, cierto acelere y excitación por el encuentro con Pedro. Tenía todas las sensaciones a flor de piel.

Las horas de oficina restantes se presentaron como demasiado largas. No hubo café que pudiera alentarla. No hubo conversación que la motivara. Juana se la pasó navegando en sus pensamientos, sin motor ni remos.
 
Fernando nunca la llamó y ella por un instante dudó al salir del trabajo. Se vio muy tentada de salir corriendo para la casa de su mamá, pero algo la detuvo: “sensatez le llaman”, se dijo a sí misma.

Se dio cuenta que su papel, esta vez, no era estar en el medio. Siempre había estado como un poco en el medio. En el medio entre su papá y su mamá. En el medio entre su papá y su hermana… y ahora también se iba a poner a mediar entre su hermana y su cuñado. Menos mal que Fernando no la había llamado.  

De pronto, su vocecita interna volvió a hablarle… algo que últimamente estaba haciendo muy a menudo por cierto: “y ahora… Juanita… no te hagás la tonta… porque hay un medio del que no saliste… estás en el medio… entre Sebastián y Pedro… oh…”…

Cuando abrió la puerta de su departamento, tocó el cielo con las manos. No había vuelto a tener noticias de su mamá, ni de su hermana, y mucho menos de Fernando. La mejor opción que se le presentó fue una pava de agua sobre la hornalla… y unos simples mates la hicieron muy feliz.

Necesitaba volver a mirarse un poco y, cuando lo hizo, no fue muy placentera la imagen que el espejo le devolvió…

“pucha… qué es este rollo acá al costado… hace un mes no lo tenía… no puedo creer que me colgué tanto con el tema del cuerpo… dios… estoy más gordita… pero no vengo comiendo mal… aunque sí estoy comiendo a cualquier hora, y pico cosas dulces todo el tiempo… tengo que aflojar con eso… tengo que empezar gimnasia, si no voy a salir rodando…  en lugar de tomarme un bondi para el laburo, tomo impulso y llego rodando… no da… también… con tantos quilombos en puerta, ir, venir, volver, claro… siempre me dejo en último lugar. Se acabó. Mañana empiezo el gimna…”

Y antes de que pudiera terminar su pensamiento, sonó el teléfono. Dudó en atender. La pantallita decía “Mamá-mamá-mamá” titilando en un color naranja destellante… Pero atendió.

- Maaaaaaa...

- Fernando no te llamó, no?

- No má, no me llamó.

- Sabía que no te iba a llamar. Igual no te preocupes nena -Juana pensó… no me estaba preocupando, o sí, pero por este culo enorme que se me apareció en el espejo!!!!!- porque tu hermana por fin abrió la puerta y están charlando hace un rato largo.

- Bueno, me parece bien, es lo que tienen que hacer como pareja. Hablar. Vale no puede seguir negándose y él, haya hecho o no lo que suponemos, tiene que dar la cara… y la está dando… así que má, ni vos ni yo tenemos que estar en el medio, ok?

- Ok, ok… voy a intentarlo.

- No lo intentes má, hacelo y listo. Bueno, y ahora te dejo, que justo estaba en el medio de un tema importante…

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