lunes, 3 de enero de 2011

Freeeeeeshhhhhhhhh


Algo mágico aconteció durante la noche. Quizás, sin saberlo, un ángel había venido del más allá para  iluminar su día. Sonrisa radiante. Increíble tan buen humor a la mañana temprano. Estaba feliz. ¿Pero cómo? Después del llanto del día anterior, de los cuestionamientos, de los pensamientos invasivos.

No sabía por qué. Pero estaba feliz.

¿Ciclotímica yo? -pensó. Sonrió.

Se calzó sus mejores sandalias. Esas fucsias que tanto le gustan a ella. Se puso su pollerita de flores, su musculosa rosa chicle de Akiabara, que era un lujo, un verdadero lujo para llevar a la oficina, pero se la quiso poner igual. Para completar el atuendo, sus aros extra large haciendo juego. Un pimpollo de verano.

Se hizo jugo de naranjas, gracias a que la semana anterior había pensado en sus sucesivos desayunos matinales, pasando por el super para abastecerse. Se preparó café. Y salió al mundo, con su celular apagado y las monedas del colectivo desparramadas por la cartera.

El aire a pescado, pareció no afectarla al momento de ingresar al subte esa mañana. Llegó temprano y sonriente.

-          ¡Hola Fede! ¿ Cómo va?

What happened? Pensó Fede… mmmm la que se viene.

-          Hola hermosa. ¡Guauuu! ¡Qué look! ¿Me perdí de algo?
-          Naa por qué? ¿Por qué tiene que pasar algo para que yo esté de buen humor?
-          No, no, para nada. Me parece perfecto.

Se encogió de hombros y se puso a trabajar. La esperaba un día lleno de actividades y ella quería enfrentarlas con alegría.

15:00 horas P.M.

-          Fede…?
-          ¿Qué amor?
-          Tengo miedo.
-          ¿Miedo de qué? Mirá que hoy Anselmi no viene, tranca, no tenés que terminar el proyecto…
-          Qué Anselmi ni ocho cuartos… tengo miedo…
-          ¿Pero de qué?
-          No sé… eso es lo peor!!
-          ¿Te llamó?
-          No sé…
-          ¿Cómo no sé? Te fijás en el celu y listo…
-          Lo tengo apagado.
-          Apagado?? Prendelo ya.
-          ¡Ni loca!
-          Bueno, dame, lo prendo yo.

Good news. Había tres llamadas perdidas.

Una de su mamá. Una de Euge. Y una de un número desconocido. ¡Aleluya! ¡¡Eureka!! ¡¡Iupiii!!...

En seguida sintió una descompresión de aire en el centro del pecho, que le generó un alivio placentero. Federico le comunicó que tenía un mensaje de voz.

-          Hola hermosa, ya que no me atendés, te dejo mi mail, por ahí te animás a escribirme: elemayio, ele de leo y mayio con doble “g”, eme-a-ge-ge-i-o, lmaggio todo junto... lmaggio arroba hotmail punto com. Dale, escribime, así entramos en contacto. Un beso!

-          ¿No es di-vi-no?, Juana le preguntó retóricamente a Fede.

-          Sí… ¡y qué linda voz tiene!

Los dos minutos y medio de alivio, rápidamente fueron desplazados por un nerviosismo adrenalínico. Es decir, no era un nerviosismo de esos feitos, era un nerviosismo lindo en algún punto.

El tema ahora era qué escribirle.

Intento 1

Hola Leo! No me acordaba que te llamabas Leo la verdad… me causó mucha gracia…………

-          pará, pará, vos estás loca?!? ¿Cómo le vas a poner que no te acordabas su nombre? ¿Tan en pedo estabas nena? gritó (en voz baja) Federico.
-          Nooo, pero bueno, no me acordaba.
-          Borrá eso ya. No todo vale a la hora de la seducción mi amor.
-          Ok..

Intento 2

Hola Leo!
Qué bueno que llamaras, me re sorprendió………..

-          Pero no! ¿Qué sos? ¿ ¿Una perdedora?? Borrá eso y vamos con otro intento.
-          Me estás presionando mucho Fede…

Intento 3

Hola Leo!
Qué bueno que llamaras. Tenía el celu apagado y………….

-          Te lo digo: no empieces desde el momento cero a dar explicaciones, porque después vas muerta ehhh. Advertencia simplemente.

Intento 4

Hola Leo!
Qué bueno que llamaras. El otro día me divertí mucho!.....................

-          Fede, no sé, ya fue. Hoy no le escribo. No sé qué ponerle.
-          Pará, vamos a almorzar, nos relajamos y cuando volvemos le escribís tranquila, dale?

El mejor plan del mundo. Cualquier cosa para zafar de ese momento. Como si estuviese por rendir el examen final de Bioquímica Nuclear ó estuviese a punto de dar a luz con nueve de dilatación ó estuviese frente a la balanza después de tres meses de dieta, con la intención de haber bajado 5 kilos… ¡nada de eso! Era simplemente escribirle un mail a un chico que había conocido el fin de semana, y con el que había pegado buena onda. Pero costaba.

Allí partieron los dos riéndose por el pasillo, para disfrutar una vez más, de un almuerzo light y psicoanalítico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario